
Los seres humanos, en nuestra esfera, somos unos bichitos únicos. En el mundo físico de la carne y de la sangre, no solamente podemos mezclar y transformar la energía, también PODEMOS CREARLA en nuestra esfera y en otras esferas. Además, aunque nuestros cuerpos físicos no sobreviven, nuestro espíritu y nuestras almas inmortales viven para siempre. Eso nos hace auténticos faros de luz entre mundos de tinieblas. Como la luz de la vela, a nuestro alrededor y en otras esferas, hay siempre multitud de polillas. Seres que, al contrario que nosotros, no tienen alma y por lo tanto no son inmortales, que desean vivir en nuestros cuerpos. Que desean ocupar nuestro lugar en nuestros cuerpos. Seres que se alimentan de energías negativas: dolores, placer, miedo, terror, éxtasis. Dentro de nuestros vestidos físicos, de sentidos limitados, la mayor parte de nosotros ya no podemos verlos, oírlos, olerlos o tocarlos. Aunque algunos de nosotros aún podemos hacerlo, y todos nosotros podemos sentirlos, en ocasiones.
La mayor parte de estos seres, que pueden alimentarse de nosotros igual que nos alimentamos nosotros de la comida, la bebida, la luz del sol o de la energía de la tierra y de los astros, no viven en nuestra esfera. Se encuentran en esferas interiores, se sienten atraídos por nuestra vibración espiritual y se pegan a nosotros para absorber nuestra energía. De estos, la mayor parte de ellos no son seres poderosos. Muy al contrario. Insidiosos, pesados y cansinos, sí. Pero no poderosos. Es fácil hacerles pasar hambre y obligarlos a marcharse. Para ello, hay que conocer, reconocer, volver a recordar el inmenso poder del ser humano y ser consciente de qué están ahí. Una vez que se sabe cómo funciona el sistema energético universal, recuperar nuestro poder personal es bastante sencillo.
La alimentación, el ejercicio y el sueño correcto, y la higiene física y mental, la meditación, la devoción, la magia natural y la atención a nuestros chakras, es suficiente para elevar nuestro ritmo vibracional lo suficiente como para mandar a estos pequeños seres a su lugar de origen. Lejos de nosotros.
Sin embargo, algunos de estos seres son más poderosos y sí están en nuestra esfera. Con su influencia constante, por ejemplo a través de los medios de comunicación, nos procuran el ritmo vibracional bajo necesario para su permanencia entre nosotros, para alimentarse de las energías de todo nuestro planeta y para evitar lo inevitable, el cambio vibracional de la Era de Acuario.
Los influenciadores, los grandes y pequeños, los que viven en nuestra esfera o en otras esferas, saben bien cómo hacer su trabajo. Ellos no dudan de su capacidad para influenciarnos, de la misma manera que no dudan de nuestra capacidad para crear energía. La humanidad es para ellos un auténtico chollo. Una guardería cósmica de aprendices de dioses, encarcelados en cuerpos físicos limitados, y educados desde su infancia, social y religiosamente, para sentirse minúsculos, faltos de poder, y obedientes.
Recuperar tu autoestima, conectarte a la fuente, recuperar la magia como un derecho de nacimiento que tienes como ser humano, entender tu infinita capacidad de creación, pues eres un creador, es la llave para tomar el control de tu vida y de tu existencia. Y para crearla.
Los influenciadores positivos y negativos, están siempre a nuestro alrededor, y es tu decisión, sí, tu decisión, alimentar a los negativos o vibrar con los positivos, que solo pretenden que vuelvas a reconectar con tu universo vibracional, aquel que te conecta con la Fuente: El Espíritu Universal del que los seres humanos, ángeles, héroes, trabajadores de luz y dioses antiguos emanamos. Nuestro hogar. Es tu decisión escuchar a los que aportan belleza, bondad y abundancia a tu vida, o a los que te roban la existencia, te drenan las energías, y te influencian para dañarte a ti mismo y a los demás, como una manera de conseguir su alimento vital.
Míralo de esta manera: Vivimos en un sistema programado para mantenernos entretenidos. Pero todo sistema puede ser hackeado. El Demiurgo, los arcontes crearon ese sistema y los influenciadores se benefician de él. Eso es todo. Es así de sencillo. A nosotros, los humanos, se nos ha concedido la capacidad de romper el sistema, de hackearlo, con magia. Nuestro sagrado derecho de nacimiento porque, puede que nos hayan hecho olvidar, que nos intenten hacer creer que no tenemos poder, que estamos solos. Pero no es cierto.
Puedes seguir creyendo que estás solo, que no existe nada más que lo que se puede ver con los ojos físicos y creer todas manipulaciones de la Matrix que te roban tu poder y lo dejan en manos de otras personas, en políticos, películas o en series de televisión. Puedes seguir dañándote para alimentar al troll. O puedes empezar a creer que Dios está en ti, porque tú eres un Dios en aprendizaje, en dar una oportunidad a la belleza, la bondad y la magia, y creer en la sabiduría que te llega del pasado.
Tú CREAS tu realidad.
Por favor se luz. Comparte.
Nos vemos al otro lado del Despertar. Maeve Madrigal Sacerdotisa de la Diosa.
Victoria de la luz, siempre.

Maeve Madrigal es esoterista y Sacerdotisa de la Diosa en El Camino de las Diosas de Tribu Mamáluna. Es la única practicante española de Braucherei formada por la autora y sacerdotisa wiccana Silver RavenWolf, y ha estudiado con autores como Sheridan Douglas, Mark Stavish y Gustavo Fernández.
Desde el año 2008, escribe sobre espiritualidad, religión y crecimiento personal bajo un punto de vista religioso alternativo en blogs y redes sociales y ha producido contenido audiovisual para plataformas como YouTube, Vimeo, Facebook, Instagram, Odysee y Twitch sobre conocimiento transpersonal, dioses antiguos, La Antigua Religión Europea y prácticas mágicas, ceremoniales y folclóricas, bajo el nombre Tribu Mamáluna.
Desde 2018, dirige una capacitación para la autoiniciación mágica y el sacerdocio de la Antigua Religión Europea en el S.XXI, El Camino de las Diosas, desde su página web, Tribu Mamáluna.