A mediados de los años 2000 apareció en los círculos de la magia del Caos un documento en inglés conocido como Liber Lilith. Este supuesto grimorio antiguo, de creación claramente moderna y totalmente desconocido hasta entonces en los círculos esotéricos, supuesta traducción de un texto en latín (sic), era un manual apócrifo de demonología en el que un supuesto editor nos presentaba un aún más supuesto autor alemán, Karl Sieger, del que nadie antes en círculos ocultistas había oído hablar. La escritura de diversos Liber, en el mundo de la magia del Caos, ha sido norma habitual entre los practicantes más avezados, pero hasta ese momento no se había presentado ninguno de ellos con el engaño de ser un texto antiguo y real, práctica muy habitual, por otra parte, en el universo de la literatura, utilizada entre otros por Lovecraft, para dar una apariencia de seriedad y legitimación a relatos de fantasía.
Para cuando llegó la década de los años 20, víctima de la fenomenología del teléfono roto que ha resultado ser el internet en los estudios esotéricos, el Liber Lilith se había convertido en dogma de fe demonológica, como si de verdad se tratara de un libro antiguo real, con miles de adeptos convencidos de que era un grimorio legítimo, debido sobre todo a la total incapacidad de divulgadores y supuestos estudiosos de comprobar fuentes, autores y bibliografía. El Liber Lilith, una fantasía demonológica en la que se narra una cosmogonía que hace a la Lilith judaica (y, por lo tanto, la pecadora, lujuriosa, enloquecida y asesina), diosa y creadora de la realidad física y astral, se venera hoy en día en ciertos círculos con la misma devoción que el Antiguo Testamento en otros, cumpliendo el que era probablemente su cometido: Desinformar y arrebatar el poder de una de las Diosas más empoderantes, liberadoras y complejas que el Espíritu Universal jamás emanó al plano de los hombres: la guardiana del Alma humana. La gran redentora. La tercera de la tríada divina. La hija del Dios y de la Diosa. Como en otras tríadas mágicas (Lucifer, Diana, Aradia), la cultura popular mágica, muchas veces más interesada en poner rápidas etiquetas y hashtags que en experimentar y profundizar, ha ido simplificando la figura de la Diosa Lilith hasta que ésta ha devenido en una arpía maléfica, perfecta personificación de venganzas, sentimientos de rabia y necesidad de poder de practicantes de fin de semana que poco conocen realmente sobre la magia, la autognosis o del propio Caos. En el año 2020 escribí este texto que ahora reproduzco para ti en el blog público de La Tribu, por petición de un grupo de estudiantes que, después de seguir el Liber Lilith como si fuera un texto sagrado y practicar en consecuencia, demandaban un conocimiento más sanador sobre la Diosa, que les permitiera romper vínculos no deseados con entidades y egrégores bastante tóxicos y peligrosos con los que se habían visto mezclados. Lo reproduzco ahora para ti, con una edición en la parte final para actualizar el texto, esperando que te sea de ayuda e iluminación sobre una de las Diosas más desconocidas e importantes de la práctica mágica y devocional. Aquella que ya habita en el interior de todos los seres humanos desde el día de su nacimiento y que se hace escuchar cuando nuestra alma está en serio peligro de muerte y esclavitud. La Gran Madre Redentora.
El arquetipo del loco sagrado aparece en todas las culturas. Junto al Dios, el sagrado masculino, y la Diosa, el sagrado femenino, aparece en todas ellas su hijo, la figura inocente e inadaptada, desconocedora de las normas sociales, que canaliza directamente desde las esferas más altas el mensaje divino de inocencia, verdad y honestidad, a un mundo de baja vibración donde no consigue adaptarse y donde es tolerado como un payaso o un orate irrelevante. Su propia inocencia le hace gracioso. Su comportamiento resulta hilarante, porque refleja en nosotros partes de nuestro interior de las que nos avergonzamos y que hemos aprendido a ocultar bajo capas y capas de civilización; una fachada que las más de las veces no es más que insensibilidad y crueldad. El Alma del loco sagrado no se ha reencarnado bien. No se ha deshecho de suficientes capas de vibraciones elevadas como para caber en el denso y pesado traje, esclavo de sus pasiones, que es el ser humano.
El loco sagrado se presiente más puro, más verdadero. Sin las ataduras del pecado original de los hombres, el egoísmo, sin celos ni envidias, ab imo pectore, a corazón abierto. Siempre esperando lo mejor de los demás porque lo peor no tiene cabida en la mente del que tiene media Alma en el otro lado. Pero sí muy capaz de odiar y destruir por ello. Lo que le guía es la propia mano del Dios y de la Diosa, y ha sido liberado del peso de prever el castigo hacia sus actos para, de esta manera, conservar la pureza de su mensaje canalizado, que quedaría ahogado por la ambición, la estulticia y el afán de destrucción del envoltorio carnal humano.
La divinidad, en todas sus manifestaciones, aparecen en la mayor parte de las culturas en triadas. En todas, excepto, curiosamente, en gran parte del nuevo paganismo. La Diosa, exaltada, el Dios, relegado, el Espíritu, el loco, suprimido. En un desequilibrio heredero de la New Age más naive, manipulativa, mercantilista y engañosa, fomentado probablemente por poderes fácticos a los que beneficia. La Diosa, el Dios, el Loco. Su hijo en la tierra. Desconcertado por el comportamiento de aquellos que dicen ser sus semejantes, en los que nunca se ha reconocido, escuchando en su interior la interminable canción de las Esferas, donde sabe a ciencia cierta que pertenece, y dañado, muchas veces, por un cuerpo humano que no solamente parece no servirle bien, sino que muchas veces es una auténtica cárcel de carne. Para los aztecas, era Ueuecoyolt. Para los navajos, era el Coyote. Para los sioux era la Araña. Para los griegos era Pan, era Dionysios. Para los nórdicos, Loki.
Para los cristianos, Jesucristo. En la Italia moderna, el Arlequín. En Inglaterra, Robin Hood. En la vieja Castilla, era don Quijote en ocasiones, en otras, Sancho Panza. El caminante de las estrellas, que vive la gran traición que lleva a su muerte, simbólica o real, y finalmente resucita. Como ocurre con el propio Dios y con la propia Diosa, el loco sagrado se manifiesta también en tres arquetipos principales: - El loco héroe, el salvador: Prometeo trayendo el conocimiento de los dioses a los hombres. Amando a la humanidad con todo su ser, deseando solo su bien. Tantas veces fallando, siendo traicionado y sintiéndose humillado. Si el Buda viviera hoy en día, sus discípulos serían reprogramados como si de las víctimas de una secta se trataran. Jesús estaría en la cárcel por subversivo y los grandes organismos del Estado vigilarían y encarcelarían a los poetas sufíes.
- El payaso, el imbécil, el que enseña a los demás a través de sus propios errores y que sale a delante por su propia inocencia. El tonto sabio que crea lo nuevo a través del juego. El que humilla con sus palabras y sus actos a supuestos sabios y poderosos con sus bromas, y demuestra lo ridículo de las normas humanas, saliéndose de ellas constantemente y demostrando con ello como esas normas degradan la verdad de la libertad humana. Con sus chistes y chascarrillos, muestra la vanidad y la hipocresía de nuestro mundo, haciéndonos reír, pero muchas veces haciéndonos llorar.
- Pero qué hay del tercer y el más oscuro de los arquetipos del loco. El destructor: Igual que la Diosa tiene su lado oscuro, la anciana, la Morrigu, el Dios tiene el suyo, Odín, como dios de la muerte. El loco, el hijo de ambos, también tiene su aspecto aterrador. El caos personificado. Nuestro lado más oscuro, autocentrado, nuestro destructor interior, que no está en conflicto ni con el Dios ni con la Diosa, sino con su propio viaje de poder, en el que canaliza la fuerza divina que acaba con todo. La propia muerte del pensamiento personificada. Ni bueno ni malo. Solo necesario.
Todos ellos, en todas las culturas, son el aspecto masculino del loco sagrado. Pero ¿Dónde está el aspecto femenino? ¿Es que el loco sagrado engloba la esencia femenina y masculina en si mismo, o es que las sociedades, desde la antigüedad, han tolerado al loco cuando era hombre, pero enterrado a la loca sagrada cuando era mujer? ¿Es que la locura que proviene de los dioses, cuando encarna en hombre, es tolerable, o risible, o controlable, pero una fuerza desatada incontrolable que proviene de la propia Diosa es tan peligrosa que debe ser reprimida, medicalizada, escondida... matada?
El loco sagrado es el hijo del Dios y de la Diosa, encarnado en la Tierra. Por tanto, igual que se ha encarnado en hombre, se debe encarnar en mujer ¿Dónde están las locas sagradas en la historia, en la literatura, en nuestras sociedades? El loco sagrado se convierte en mujer y se niega a obedecer el status quo y quedar bajo los deseos y designios de Adán. No entiende, porque no es lógico -y porque su esencia está menos encarcelada en un cuerpo de carne que la de otros- por qué tiene que obedecer a su igual. Se lo salta. Va directamente a lo que ella cree que es la fuente creadora, su padre. Elimina de la ecuación al que no la sirve porque, en vez de querer construir juntos, el mundo ha pretendido imponerse a ella cuando ella, en su inocencia de loca, solo quería el bien común. La loca sagrada decide ofrecerse como compañera directamente al creador, a su dios. Y su dios la rechaza. La creación se revela. Porque el creador no es la auténtica fuente de la vida y del Amor que Ella pensaba, sino un suplantador. Él no es un creador de Almas, no es emanación pura de la fuente. No es el Espíritu Universal, pero conoce cómo crear carne humana y atrapar Almas en ella. Nada puede interesar menos a este impostor que una mujer que canaliza la verdad de los dioses, sus padres y madres universales, y que ser revela ante el absurdo de su esclavitud. La loca sagrada enloquece ante este rechazo que no entiende, el desconcierto, lo irracional de la injusticia que está viviendo y así, sin saberlo, se libera de toda una vida eterna de reencarnaciones en esclavitud.
Pero lo que su carcelero de carne, su dios, no sabe es que ella también es una creadora de vida. Pero, al contrario que Él, ella no atrapa Almas. No las engaña. Ella las canaliza. Y eso es lo que hace y mejor sabe hacer una loca sagrada: Crear su propia familia. Una y otra vez su familia es asesinada, y una y otra vez ella vuelve a traerla a la vida. En ocasiones, como loca salvadora, en otras, como loca bufón, y, las más de las veces, como loca destructora en su ira justificada. La loca sagrada se manifiesta a través de las hormonas sexuales, como todas las transformaciones alquímicas, pero eso no la convierte en la obsesa del sexo de los cuentos para asustar a los niños en la noche. La alquimia siempre se ha disfrazado de locura y de lujuria para para engañar a los ignorantes y a los incautos. Las hormonas son creadoras de vida y de energía, manifiestan nuestras características a este mundo, nos dan fuerzas, nos dan potencia para, las más de las veces, ser capaces de manifestar a este mundo hechos fantásticos, que están más allá de la capacidad de resistencia de nuestro cuerpos físicos y de nuestras mentes limitadas. Y sí, la loca sagrada también se manifiesta a través del sexo, creativo, irracional, bello, verdadero, en un momento de comunión con su hermana más integrada, aceptada e idealizada, Venus. Pura esencia de la loca sagrada. Por todo esto, la loca sagrada ha sido tan mal interpretada, por aquellos que solamente querían manifestar su parte más destructora, y han encontrado en la vía carnal una manera fácil de manifestación de las pasiones que más enloquecen a los seres humanos. Pero la loca sagrada es la hija del Dios y de la Diosa en este mundo. Canaliza, manifiesta sus mensaje, sus dones y su sabiduría. No la encontrarás en los mitos modernos, de donde ha sido desterrada por peligrosa y vergonzosa, ni en los cultos neo paganos. No la encontrarás representada con honor y valentía en las sociedades postmodernas. La encontrarás, más bien, como una caricatura, representada en la literatura, como la trastornada, la débil, la encerrada en un manicomio. Ella es la Reina de la Noche de Mozart, la dama de las camelias, Frances Farmer, y todas las que una vez fueron callladas, a pesar de tener razón, o precisamente por ello, pesar de que por sus labios hablaba la pura esencia de la Diosa, de quién era hija. Porque de sus labios manaba la verdad desnuda de la humanidad, la vergüenza de su estupidez, la verdad que hoy se ridiculiza, mañana, cuando sea eliminado por las hordas la profeta que la traía a la Tierra, será aceptada con total y aparente normalidad, como señalaba Schopenhauer.
Ve así como la Lilith demoniaca, la madre de demonios, la Lilith lujuriosa, enloquecida, vengativa y maléfica no es más que otra patraña patriarcal y judeocristiana, para atrapar en una constante necesidad de validación sin solución de continuidad a aquellos que aún no están preparados para Despertar y auto sanarse. La gran mentira del demiurgo ha sido hacer creer que Lilith era su hija. Y que él era Dios y no existía.
Los devotos de Lilith se enfrentan en su camino a un muy largo peregrinar a través de la autognosis, en la que apenas encontrarán balizas, más allá de lo que les dicta sus propias tripas. Porque es a través de sus tripas, justo donde nacen las hormonas que dan vida, donde empieza la activación del kundalini sagrado, donde se encuentra el canal sagrado de comunicación con lo divino. Y los dones de Lilith, irracionales, inefables, les trasmutarán por completo, cambiarán su vida y su persona, y les acercarán como ningún otro arquetipo, ninguna otra Diosa, en una lucha constante con un pie en este lado y otro pie en el otro lado y donde el único apoyo que podrán recibir será el de su marco moral y su fe, y el ejemplo de otros devotos que, con un juramento de fidelidad, han aprendido como ellos a no hacer preguntas, a preguntárselo todo, a creer en lo que es inefable pero indefectiblemente manifiesto, a vivir en la Tierra, sí, pero también ir trascendiendo. Las sacerdotisas de Lilith entregan en su juramento vitalicio sus actos y sus palabras, para que la hija del Dios y de la Diosa, la loca sagrada, manifieste su plan divino en este mundo, en un camino pagano definitivo, sin cortapisas, con una confianza absoluta en la Gran Madre y el Gran Padre, volcados en el bien común y en la inocencia, liberados de la trampa mortal del demiurgo, sin guías y sin maestras, solo devotos y sacerdotisas, entregados a la última verdad. Lilith es la manifestación en este mundo de la divinidad.
No hay diosa más protectora de la feminidad, del sagrado femenino, de lo que significa ser de verdad mujer, en todos los ámbitos, que Lilith. La Gran Diosa Redentora habita en todos los seres humanos y en todas las sociedades. Pero está absolutamente reprimida, especialmente en las mujeres, en nuestras sociedades modernas y digitalizadas. Esto hace que aflore en ellas en nuestros conflictos internos y externos, en su manifestación más devastadora y destructiva. La devoción a Lilith Diosa nos permite canalizarla, salvadora y redentora, y también como la gran burladora a través de la risa. De las lágrimas de emoción femeninas. Nos permite ver la realidad de nuestra persona, de nuestra vida y del mundo en que vivimos. Cuando la tenemos reprimida, es el foco de nuestra desobediencia, donde nos negamos a las exigencias y pretensiones de los demás sobre nuestra libertad, la negación del decir sí a todo. Algo que puede ser vivido de manera increíblemente turbadora, que nos ponga en conflicto con nosotros mismos y que nos hace sufrir en demasía. Y también que nos convierta en adictos a la rebelión devastadora. Lilith, cuando es integrada, nos conduce a la acción y al cambio trascendental. Ella lleva a sus hijos a adquirir plena conciencia de ellos mismos y del mundo en que viven, y no lo hace de una manera mística e incorpórea, como otras diosas, sino a través de los sentidos físicos, porque su meta siempre es la activación total de la kundalini. A Lilith se la siente en el estómago, en el pecho, en el sexo. Pobre del que no se sepa controlar a si mismo y no se conozca, si se atreve a acercarse a Lilith para conseguir poder, fama o venganza sobre el otro.
De una manera incalmable y llena de fuerza voraz, Ella es la fuerza oculta dentro de todos nosotros que, cuando se reprime, nos conecta con nuestro lado más oscuro, entendido como el lado más negativo. Pero, cuando se acepta, nos conecta con nuestros recursos desconocidos, con nuestros comportamientos más inexplicables, pero que nos salvan la vida y nos da otros puntos de vista que son riqueza divina. Lilith nos hace dolorosamente conscientes de nuestros defectos, atrayendo a nuestra vida a personas y situaciones que demuestran nuestra falta de armonía interior, para que podamos corregir nuestro camino alejado de la divinidad. Si la negamos, la veremos reflejada en los otros en su manera más destructora posible. Si la aceptamos, nos permitirá autoanalizarnos para reconocer las señales divinas dentro de cada uno, convertidos así en hijos del Dios y de la Diosa, por fin, en este mundo.
Lilith y sus significados fluyen en los cielos con los astros a lo largo de nuestra vida, transitando por los 12 signos zodiacales en ciclos de nueve años. Durante los últimos meses del 2019, Lilith nació a través de Piscis: El impulso de ser útiles a los que sufren, dedicarnos a los enfermos, aliviar la vida de los seres queridos... si estaba integrada. Para las personas y sociedades que reprimen a Lilith, trajo dolor del alma, sentimientos ocultos, estados depresivos, fugas de la realidad, sustancias abusivas, mentiras. No reconocer nuestros errores.
En el año 2020, Lilith nació en Aries y para sus devotos e hijos dedicados, trajo pruebas que nos ayudaron a afirmarnos a nosotros mismos, a sentirnos incómodos cuando toleramos lo intolerable. A aprender a responder a la presión externa sin equipararnos al abuso que estábamos sufriendo. Enseñándonos nuestro enfado interno para que pudiéramos trabajar con él, nuestras debilidades y nuestras inseguridades. Para aquellos que reprimieron a su Lilith, el 2020 trajo guerras, agresividad, enojo reflejado en el otro de manera devastadora, despotismo ejercido, debilitando su carácter y despertando lo peor de esas personas. De esta manera, a un nivel no solo interno, sino como sociedad, se cayeron las máscaras y a través de los conflictos se nos permitió ver lo que se escondía detrás de las sonrisas de los que se disfrazan de maestros, personas equilibradas, guías, y enseñándonos a todos lo peor de sus personalidades, quedando a la vista. Y en ello aún estamos.
Lilith reprimida es la venganza y la falta de raciocinio. Devocional, es la confianza en el proceso de cambio que, aunque muchas veces asusta y muchas veces no se entiende, al final siempre triunfa, y tiene una explicación que nos hace caer rendidos a sus pies, emocionados ante la verdad de que existe algo más allá de nuestros propios ojos. Que no vemos ni entendemos. Pero que realmente vela por todos nosotros.
Mucho Amor, Maeve Madrigal Sacerdotisa de Lilith.
A 3 de Enero 2020
Edición Octubre 2022:
Desde mediados de este año hasta principios del año que viene, Lilith nace en el signo de Cáncer y, en las sociedades e individuos que la reprimen, está derribando inmisericorde todo lo que se consideraba sabido, tradicional o necesario, toda estructura o mandato, todo lo que nos permitía no pensar y obedecer sin preocupaciones. Para el devoto, Lilith nacida en Cáncer es la liberación y el quiebre de los mandatos ilógicos y el reencuentro con las propias necesidades y emociones. Una Lilith en Cáncer reprimida, puede vivirse como una rebelión contra la figura de "la madre" (estado, pareja, amigos, guías) con una furia absurda directamente proporcional al grado de represión y a la falta de valores, fe y moral. Sea como fuera, Lilith hará que todo caiga por su propio peso, siempre que estemos vigilantes a los manipuladores de emociones (las hormonas) y sigamos la divinidad en nuestro interior, inocente, que solo desea lo mejor para todos. La hija de los Dioses. La gran Diosa Lilith.
Nota de la autora: Lamentablemente, las fuentes bibliográficas del artículo original se perdieron en una transcripción. Si ves cualquier información en el texto que reconozcas o consideres de tu autoría, por favor, ponte en contacto con tribumamaluna.com para reconocer debidamente su autoría. Gracias.
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Justo cuando andaba pensando en ella, me apareció la notificación de esta entrada. Vaya sincronización 😂 Me ha encantado este artículo